7. Los jóvenes de dieciséis años obtienen un pase gratuito para romper las reglas.
Cuando un niño amish cumple dieciséis años, tiene la oportunidad de probar todo lo que prohíbe la sociedad amish. Tecnología, alcohol, drogas, todo está permitido. Esto se llama «rumspringa», un ritual en el que los adolescentes amish deben decidir si las tentaciones del mundo moderno son más fuertes que su vínculo con su comunidad.
Una vez que han decidido que han estado de fiesta lo suficiente, se les reconoce como miembros adultos de la sociedad. Si eligen el mundo exterior, serán prohibidos. Se prohíbe cualquier contacto con los amigos y familiares que dejan atrás.
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