3. Tienen extrañas muñecas sin rostro
Una de las creaciones más extrañas y espeluznantes que hacen los amish son sus muñecos sin rostro. Las muñecas normales ya dan miedo a algunas personas, pero los amish van un paso más allá. No son solo juguetes normales: las muñecas no tienen caras, por lo que las niñas y mujeres amish no se centrarán en su apariencia o belleza.
Enfocarse en su apariencia es visto como un mal hábito dentro de su comunidad. Uno de los accesorios espeluznantes más perdurables de los amish son sus muñecos sin rostro (y su chimenea amish). Las muñecas ya son espeluznantes, pero estos símbolos de su comunidad van un paso más allá.
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