Las sacudidas persistentes de las piernas, los ronquidos o el reflujo ácido pueden interrumpir el sueño, y pueden ser señal de problemas más profundos como el síndrome de las piernas inquietas, la apnea del sueño o el reflujo gastroesofágico. Si estos trastornos forman parte de su rutina nocturna, una evaluación médica puede ayudarle a controlarlos para mejorar la calidad del sueño.
En un mundo que exige tanto, el sueño de calidad es esencial. Crear un ritual constante a la hora de acostarse, comer de forma inteligente y buscar ayuda para los trastornos del sueño son formas de mejorar tu descanso. Al adoptar estos hábitos, está invirtiendo en su salud, estado de ánimo y energía para cada nuevo día.
Dormir bien no ocurre porque sí, es el resultado de pequeñas elecciones intencionadas. Al adoptar estos consejos respaldados por la ciencia, le dará a su cuerpo la recarga de descanso que se merece. Prepárese para recibir cada día con energía y concentración renovadas, gracias al poder de un sueño de calidad.