1. Demasiada proteína
Idealmente, alrededor del 10 al 35 por ciento de tu ingesta calórica diaria debería consistir en proteínas. Comer demasiadas proteínas hace que tu cuerpo las almacene como grasa. Esto significa que tu peso aumenta y conduce a niveles elevados de lípidos en sangre. Comer un gran trozo de pollo todos los días contribuirá a una gran parte de tu ingesta de proteínas, así que asegúrate de estar atento.
2. Mayor riesgo de enfermedades cardíacas
Comer demasiado pollo puede incrementar los niveles de colesterol. No es una sorpresa que esto esté relacionado con la enfermedad cardiovascular. De esta manera, comer pollo y otros productos ricos en proteínas aumenta indirectamente el riesgo de problemas cardiovasculares, problemas de salud que podrían causar la muerte.
3. Problemas para mantener el peso
El consumo de demasiadas proteínas de origen animal, como el pollo, puede dificultar el mantenimiento de un peso saludable. Según The Huffington Post, las personas que pueden prescindir de la carne, como los vegetarianos, pescatarianos, veganos o flexitarianos suelen tener un IMC más bajo que las personas que comen carne todos los días.
4. Mayor probabilidad de intoxicación alimentaria
Manipular el pollo siempre es una molestia. Si no has cocinado completamente la carne o si tus verduras entran en contacto con el pollo crudo, es posible que estés exponiendo tu comida a la salmonella o al campylobacter. Estas bacterias son conocidas por sus efectos desagradables en el cuerpo humano, ya que pueden provocar enfermedades graves. Es especialmente importante para los grupos vulnerables de personas, como ancianos, niños y mujeres embarazadas, evitar este tipo de contaminación a toda costa.
5. Mayor probabilidad de resistencia a los antibióticos
Es una práctica común entre los avicultores forzar el uso de antibióticos en su ganado. Al comer este pollo, los humanos pueden volverse resistentes a estos antibióticos. Por supuesto, esto representa un riesgo muy real cuando se trata de una infección y tienes que tomar antibióticos. Lo más probable es que el medicamento no funcione como debería.
Entonces, ¿se supone que debes eliminar el pollo de tu dieta por completo? No, pero ten en cuenta que una dieta variada es mucho más beneficiosa para tu salud.
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Fuente: Little Things | Imagen: Pexels, Harry Dona