Cuando los cambios en las uñas persisten o causan dolor, puede ser el momento de ver a un profesional. El enrojecimiento, la hinchazón o las molestias alrededor de las uñas podrían indicar una infección, especialmente si van acompañados de pus o calor. La separación persistente de las uñas del lecho ungueal o la aparición de manchas oscuras también justifican la atención médica.
Si las uñas no crecen del todo o si cambian de forma, como rizándose o con un grosor extremo, una visita al médico puede ayudar a identificar la causa. Los cambios repentinos de color, como tonalidades verdes o amarillas, podrían indicar una infección, mientras que las rayas marrones o negras podrían requerir una investigación más a fondo.
Nuestras uñas son algo más que accesorios de belleza: son ventanas a nuestra salud. Si prestamos atención a los cambios de color, forma y textura, podemos detectar signos precoces de enfermedades leves y graves. La próxima vez que notes un cambio en las uñas, recuerda: ¡es la forma que tiene tu cuerpo de hablarte!
Descargo de responsabilidad: Este artículo sólo tiene fines informativos y no constituye consejo médico. En caso de duda, consulte a un médico cualificado.