No creerás lo que le pasó a este cazador cuando una tigresa le dio sus cachorros

Joseph contuvo la respiración y trató de permanecer lo más quieto posible. «Quizá así el oso no me vea», pensó. Pero, por desgracia, pocos minutos después se dio cuenta de que era demasiado optimista. La mirada del oso se clavó en el cazador y cargó hacia él sin vacilar.

El corazón de Joseph se aceleró al darse cuenta de que su arma seguía en la tienda. El pánico se apoderó de él y supo que tenía que actuar con rapidez. Sin otra opción, saltó de su asiento y corrió hacia el bosque, alejándose del oso pardo que se acercaba. Sus instintos le dijeron que corriera lo más rápido posible para salvar su vida.