Un lobo irrumpe en una iglesia: los feligreses no estaban preparados para lo que ocurrió a continuación

En los días siguientes, la historia de la loba y sus cachorros se difundió por todas partes. La iglesia se convirtió en un símbolo de esperanza y compasión, un lugar donde incluso las criaturas más salvajes encontraban refugio. Los donativos llegaron a raudales y Marianne recibió innumerables mensajes de gratitud y admiración.