Imagínense la perplejidad de la gente ante la extraña redacción. ¿Debemos beber del urinario si tenemos sed? Sin embargo, lo más probable es que algún amable traductor sólo quisiera indicar a los pasajeros que se dirigieran al H20. Al fin y al cabo, ¿no nos sentimos todos reabastecidos después de beber unos cuantos vasos de agua del retrete?
Tal vez los viajeros frecuentes están tan acostumbrados al rugido de las turbinas que empezaron a utilizar el fuego de los motores como ventiladores personales en los días calurosos. No hay nada como una ráfaga de viento de 500 mph para poner una brisa en tu pelo Pero hablando en serio, probablemente sea prudente recordar a la gente que los aviones de hélice no son juguetes.