Jack asintió agradecido, sabiendo que Mike tenía razón. Ahora mismo no estaba en condiciones de volar. Este extraño encuentro le había dejado cuestionándoselo todo. «¿Quizás podrías hablarlo con una de las azafatas?» Sugirió de repente Mike, intentando ofrecer una posible solución.
«¿Kim?» Mike gritó alzando la voz. «¿Podrías por favor charlar con Jack mientras yo me encargo del vuelo?». Kim giró la cabeza y en cuanto vio la expresión de la cara de Jack, supo que algo iba muy mal. «¿Qué está pasando?», preguntó, con la voz llena de compasión, mientras adoptaba un tono afectuoso.