Ella lo miró desconcertada y Jack se dio cuenta de que no lo reconocía. «De todos modos», empezó ella, sonando un poco confusa, «siento lo de antes. Creo que exageré y noté que parecías tensa. Es sólo una pequeña mancha en mi libro, no es gran cosa. Pero, ¿estás bien?», preguntó ella, sonriendo a modo de disculpa.
Jack se quedó de piedra. ¿Cómo podía decir eso? ¿No le reconocía? Estaba abrumado por la confusión. Su expresión de perplejidad dejaba claro que no sabía quién era. Sólo estaba siendo educada. ¿Se estaba volviendo loca? O tal vez había perdido la cabeza por fin, y se trataba de un completo desconocido sin ninguna relación con su difunta esposa. Tal vez su mente le estaba jugando una mala pasada. ¿Se estaba volviendo loco?