¿Qué le pasó a la chica que se quedó dormida en la playa?

Pero entonces, de la nada, un sonido rompió el inquietante silencio de la playa. «Espera, ¿qué ha sido eso?», susurró Emily. Giró la cabeza al oír un ladrido a lo lejos. ¿Sería eso? Se levantó de un salto y vio una pequeña figura a lo lejos en la playa: ¡una anciana paseando a su perro!

«¡Espere! ¡Por favor, espere!», gritó Emily desesperada. Salió corriendo por la arena, con las piernas ardiendo de cansancio. Pero no se detuvo, no podía detenerse. A medida que se acercaba, pudo ver que era un perro blanco y esponjoso que saltaba feliz delante de su dueña.