¿Qué le pasó a la chica que se quedó dormida en la playa?

«¿Hola? ¿Hay alguien ahí?», gritó Emily con voz temblorosa. Sólo le respondió el suave estruendo de las olas. Empezó a caminar, hundiendo los pies en la suave arena a cada paso. La playa se extendía sin fin en ambas direcciones. Seguramente encontraría a alguien, algo que diera sentido a aquel vacío. Pero no había nada. No había gente jugando con las olas, ni gaviotas volando en círculos. Emily estaba completa y absolutamente sola.

El pánico se apoderó de su pecho hasta que pensó que el corazón le iba a estallar. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Cómo es posible que todo y todos hayan desaparecido? Emily se desplomó sobre la arena, con las lágrimas cayendo por sus mejillas. Contuvo un grito, el sonido era demasiado doloroso en el abrumador silencio que la rodeaba. Algo iba muy mal. Y si no descubría pronto lo que estaba pasando, las consecuencias podrían ser aún peores.