Derrick preguntó si había algún plan de pago. El veterinario, comprensivo pero firme, le explicó su política. Era necesario pagar de inmediato para proceder. Cada segundo contaba. Las posibilidades de supervivencia de Rusty disminuían cuanto más esperaban. A Derrick se le hundió el estómago al saber que apenas tenía para cubrir los gastos básicos.
Derrick llevaba una vida económicamente frágil y sobrevivía con trabajos ocasionales. Hacía meses que había perdido su puesto estable, lo que le había dejado sin pagar el alquiler y las facturas. Al ver los ojos semicerrados de Rusty, con el pecho levantándose débilmente, Derrick se dio cuenta de que la desesperación lo estaba alimentando. Tenía que encontrar el dinero, y rápido.