Cerró los ojos, intentando disfrutar de la comodidad de la clase preferente cuando, por el rabillo del ojo, notó movimiento. Un hombre de uniforme caminaba por el pasillo, con los hombros erguidos y el brillo de sus insignias militares captando la luz.
Kristen agudizó la mirada. Vestía un uniforme planchado, verde militar, limpio y nítido, como recién salido de las inspecciones del patio de armas. Su rostro era tranquilo, pero sus ojos, oscuros e intensos, estaban fijos hacia adelante, como si aún estuviera en una misión.