Una mujer cede su asiento a un veterano y palidece al descubrir quién es en realidad

Dejó su libro, su corazón latió con fuerza mientras se sentaba más erguida, esforzándose por vislumbrar cualquier drama que se estuviera desarrollando. Al otro lado del pasillo, los pasajeros arqueaban el cuello, con expresiones que iban de la curiosidad a la preocupación, con los ojos muy abiertos mientras buscaban respuestas en medio del creciente caos.

El murmullo de las voces fue in crescendo, elevándose por encima del zumbido de los motores, creando una cacofonía de especulaciones y miedo. Kristen podía sentir la ansiedad que irradiaban los que la rodeaban.