Una mujer cede su asiento a un veterano y palidece al descubrir quién es en realidad

Resignada al hecho de que este vuelo no sería la experiencia de lujo que había imaginado, Kristen se recordó a sí misma que la comodidad no era lo que importaba ahora. Mientras el avión ascendía entre las nubes, sacó un libro de páginas gastadas y familiares y se dejó sumergir en la trama.

Pasaron las horas, marcadas únicamente por el zumbido constante de los motores, que la adormecían hasta dejarla en un estado de semilajura. Justo cuando empezaba a perderse en la trama, saboreando la tensión que se acumulaba en la historia, un repentino alboroto rompió la paz como la rotura de un cristal en el suelo.