Justo cuando la esperanza se desvanecía, sus ojos se posaron en algo curioso: un viejo diario guardado entre viejos libros. Al hojear sus páginas, su corazón se aceleró. Pertenecía al fundador de la ciudad. Su relato era sorprendente.
Él también había visto un disco brillante en el cielo, descrito con una precisión espeluznante. Al igual que ella, nadie le había creído, y él había registrado minuciosamente todos los detalles del avistamiento. El diario terminaba abruptamente sin dar nunca una respuesta clara sobre lo que podía ser el objeto brillante en el cielo.