John observó con la respiración contenida cómo Emily salía del coche y se dirigía hacia Anna. El corazón le latía con fuerza en el pecho, luchando por comprender lo que estaba viendo. Contempló, congelado, cómo Emily se arrodillaba y rodeaba a Anna con sus brazos en un cálido abrazo.
Antes de que John pudiera asimilar lo que veía, su mundo se hizo añicos. Emily se levantó, se volvió hacia el hombre y lo besó en los labios, con una sonrisa radiante dibujada en su rostro. A John se le cayó el estómago y su mente volvió a la cruda realidad.