Una niña dice a sus padres que tiene un gemelo en el colegio. Al día siguiente el padre pide el divorcio

Caroline parecía contenta, y eso sólo le confundía más. Si Anna no era real, ¿por qué Caroline era tan feliz? Y si lo era, ¿dónde estaba? Según la historia de Caroline, Anna y ella eran inseparables.

John esperó, observando cómo el patio de recreo se iba vaciando lentamente a medida que terminaba la jornada escolar. Su corazón se aceleró, esperando que ésta fuera su oportunidad de conocer finalmente a Anna. Observó a la multitud de niños que se marchaban, pero ninguno se parecía a la niña que Caroline había descrito tan vívidamente.