Mientras Emily era transportada por los pasillos del hospital, su miedo iba en aumento. Con la velocidad a la que recorrían los bulliciosos pasillos, estaba claro que la situación era grave. Todo el mundo se apartó a toda prisa para despejar el camino a la sala de operaciones.
Pero, ¿qué estaba pasando? ¿Y por qué nadie se lo había dicho? En ese momento, las dudas empezaron a nublar la mente de Emily, haciéndola cuestionar su decisión. ¿Debía volver? El pánico se apoderó de Emily y abrió la boca para intentar detenerlos. Intentó llamar a una enfermera, pero la anestesia hizo efecto y se quedó dormida..