A este hombre parecía importarle más su teléfono que el niño acosado. El jaleo que armó el grupo le hizo poner cara de fastidio, pero enseguida volvió a su «importante» móvil. Hoy en día parece que mucha gente prefiere su teléfono a los acontecimientos del mundo real. ¿Ha mirado alguna vez a su alrededor en el transporte público o en una sala de espera? el 90% de las personas están constantemente mirando sus teléfonos.
En realidad, los teléfonos desempeñan un papel más siniestro en el acoso de lo que se piensa, ya que facilitan el ciberacoso, permitiendo a los acosadores acosar a las víctimas de forma anónima e implacable a través de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería. Además de difundir vídeos y fotos de sus víctimas.