Los okupas ocupan la Casa del Soldado y aprenden una costosa lección

Comenzó su servicio en Estados Unidos y más tarde lo llevó a Afganistán. El día del regreso de Vernon fue un momento que llevaba mucho tiempo esperando. Esperaba dejar atrás la violencia y los conflictos de los que había sido testigo.

Soñaba con una vida más sencilla, lejos del caos del campo de batalla. Afortunadamente, sus ahorros, combinados con los subsidios militares estadounidenses, le permitieron comprar una modesta casa a la que regresar. Esta casa era más que una simple estructura; simbolizaba un futuro pacífico por el que había luchado tanto.