Esa noche, Vernon y Jake, junto con algunos de los amigos moteros de Jake, se apostaron frente a la casa. Esperaron pacientemente, observando los movimientos de los okupas y buscando el momento perfecto para ejecutar su plan.
A medida que avanzaba la tarde, los okupas acabaron instalándose para pasar la noche. Vernon y su equipo se movieron sigilosamente, situándose alrededor de la casa. El entrenamiento militar de Vernon se puso en marcha, guiando cada uno de sus movimientos con precisión y precaución.