Los okupas ocupan la Casa del Soldado y aprenden una costosa lección

La ira de Vernon aumentó, pero intentó mantener la calma. «Mira, no quiero llegar a las manos. Sólo quiero recuperar mi casa. Estás invadiendo» El hombre se rió burlonamente. «¿Allanamiento? Llevamos meses viviendo aquí y tenemos los papeles del alquiler. Ahora es nuestra casa»

Vernon apretó los puños, tratando de mantener la voz firme. «No tenéis derecho a estar aquí. Es mi propiedad. Te pido que te vayas antes de que las cosas se salgan de control» Vernon esperaba una solución pacífica, pero la pareja empezó a insultarle.