Los okupas ocupan la Casa del Soldado y aprenden una costosa lección

Durante los días siguientes, Vernon reflexionó sobre la sugerencia de Jake. Siempre había creído en hacer las cosas de la manera correcta, pero la idea de que aquellos okupas vivieran en su casa le carcomía. La desesperación empezó a desdibujar las líneas de su brújula moral.

Finalmente, decidió intentarlo, pero sólo como una negociación pacífica. Llamó a Jake y concertó una cita para que la banda le acompañara a su casa. El plan era hablar con ellos e intimidarlos, no pelear.