Muy decepcionado, Vernon decidió ir a un bar para despejar la mente. El ambiente poco iluminado y el murmullo de las conversaciones le proporcionaron una vía de escape temporal de su creciente estrés.
En la barra, Vernon tomaba una copa mientras contemplaba sus opciones. Justo entonces, reconoció una cara familiar del instituto. Era Jake, un amigo al que hacía años que no veía. Al ver a Vernon, Jake se acercó con una sonrisa. «Vernon, ¿eres tú? Cuánto tiempo sin verte»