Un niño huele algo raro en el autobús escolar, mira al conductor y llama al 911

Sam asintió, sintiendo una profunda sensación de cierre. «Me alegro de que todo el mundo esté bien», respondió. Mientras Sam y Mike continuaban su paseo, hablaron sobre el futuro, sus sueños y sus planes para el verano.

No se trataba sólo del acto de llamar al 911; se trataba de encontrar su voz, confiar en sus instintos y descubrir que incluso un chico normal podía marcar la diferencia.