Un hombre pierde a su cachorro en un pantano: ¡lo que encontró después es increíble!

Esperaba pasar un día tranquilo capturando aves raras o vislumbrando tímidos ciervos de los pantanos. Mientras tanto, Luna correteaba de un lado a otro, moviendo la nariz ante cualquier aroma terroso. Marcus creía que el mayor desafío sería recorrer los senderos embarrados.

Unos instantes después, oyó el eco de voces excitadas entre los juncos. Un grupo de turistas estaba en un malecón elevado, lanzando trozos de comida a una hilera de mapaches encaramados como estatuas. Con paso cauteloso, Marcus se acercó, picado por la curiosidad. Luna, siempre ansiosa, se adelantó.