El corazón le latía con fuerza mientras repasaba el encuentro en su mente. Samuel no parecía alguien capaz de cometer semejante crimen. Parecía frágil y realmente necesitado de ayuda. Si realmente era un atracador, ¿por qué había intentado pagarle con calderilla?
Los pensamientos de Leah se agitaron al considerar los detalles. Samuel no llevaba bolso, joyas ni ningún signo evidente de haber sido robado cuando ella lo recogió. Cuanto más pensaba en ello, más cosas no cuadraban. Samuel parecía inofensivo, no un delincuente violento.