En aquellas conversaciones de verano, Jason se sinceró sobre Susan y expresó su malestar por su presencia en sus vidas. Le confesó a Thomas que no podía soportar la idea de que Susan sustituyera a su madre. Esas conversaciones a menudo terminaban con Jason sintiendo una mezcla de rabia e impotencia, emociones que no podía expresar plenamente en casa.
Una noche, bajo un cielo estrellado, Thomas compartió una historia sobre Susan que Jason no pudo quitarse de la cabeza. Thomas le contó que había investigado un poco y había descubierto que Susan tenía un historial de relaciones con hombres ricos. Esta revelación tocó la fibra sensible de Jason, sobre todo teniendo en cuenta la cuantiosa herencia de su padre. La idea de que Susan pudiera estar detrás del dinero de su padre ya no parecía descabellada.