Un ex perro policía ladra al ataúd de su antiguo dueño y revela el secreto que se llevó a la tumba

Desde que Jason era pequeño y visitaba la casa de verano con sus padres, veía a Thomas como su compañero de vacaciones. Thomas vivía en una vieja casa blanca a pocas manzanas de allí. Era un lugar que siempre intrigó a Jason por su aspecto único entre las demás casas de veraneo.

Jason se la había imaginado como la residencia de una anciana que nunca salía, alguien rodeado de misterio. Se la imaginaba advirtiendo a los intrusos con una puerta chirriante y una invitación susurrante. Y a los que no hacían caso de su advertencia, ella los perseguía, agarrándolos por el pelo para arrastrarlos al interior. Pero la verdad sobre la casa de Thomas era mucho menos siniestra.