Sorprendentes imágenes reveladas: Una mujer graba en secreto una parada policial

Su corazón se hundió cuando Jenny comprendió lo que estaba sucediendo: él estaba manipulando la cámara del salpicadero, apagándola deliberadamente. Una oleada de terror la invadió. Se trataba de un giro grave y aterrador de los acontecimientos. Actuando por instinto, Jenny supo que tenía que escapar. Tenía que irse, y rápido.

Rápidamente, giró la llave de contacto, esperando oír el rugido del motor. Pero en lugar de eso, sólo se oyó un débil chisporroteo, un sonido que anunciaba problemas. «Vamos, vamos», gimió desesperada. Volvió a girar frenéticamente la llave, con los dedos temblorosos, pero el motor se limitó a gemir débilmente, negándose a arrancar. ¿Por qué ahora?, pensó, al borde de las lágrimas.