Comprobó meticulosamente cada puerta, asegurándose de que todos los posibles puntos de entrada estuvieran protegidos. Su inquebrantable atención al detalle era crucial para la seguridad de todos. Mientras acompañaba a Ethan hacia el camarote de Laura, la calma del capitán le tranquilizó.
El corazón de Ethan se aceleró con una mezcla de ansiedad y alivio al llegar al camarote. Abrir la puerta y encontrar a Laura sana y salva le reconfortó profundamente. Los ojos de Laura, llenos de preocupación y gratitud, se encontraron con los de Ethan, que no tardó en tranquilizarla. Le explicó que el peligro había pasado y que el yate estaba ahora a salvo.