Los piratas zarpan hacia el caos, ¡pero el capitán Richard tiene otros planes!

Comprobó meticulosamente cada puerta, asegurándose de que todos los posibles puntos de entrada estuvieran protegidos. Su inquebrantable atención al detalle era crucial para la seguridad de todos. Mientras acompañaba a Ethan hacia el camarote de Laura, la calma del capitán le tranquilizó.

El corazón de Ethan se aceleró con una mezcla de ansiedad y alivio al llegar al camarote. Abrir la puerta y encontrar a Laura sana y salva le reconfortó profundamente. Los ojos de Laura, llenos de preocupación y gratitud, se encontraron con los de Ethan, que no tardó en tranquilizarla. Le explicó que el peligro había pasado y que el yate estaba ahora a salvo.