Mediante un minucioso análisis de las imágenes de vigilancia y las declaraciones de los testigos, descubrieron que un miembro de la tripulación había estado manipulando los sistemas del yate. Una vez identificado, el saboteador fue rápidamente detenido e inmovilizado, garantizando la seguridad del yate y de sus invitados.
El equipo trabajó sin descanso para restaurar los sistemas del yate, centrándose en la seguridad para garantizar que ninguna otra amenaza pudiera poner en peligro a los pasajeros o a la tripulación. Recalibraron meticulosamente los controles y realizaron diagnósticos para confirmar que no se había producido ninguna otra manipulación.