Mientras tanto, un tercer pirata, atrapado en el frenesí, intentó trepar por un barril para escapar. Sin embargo, al trepar, el barril se tambaleó y rodó, haciéndole chocar contra una pila de cajas vacías.
El aullido de sorpresa del pirata y el estruendo de las cajas se sumaron a la cacofonía de la caótica escena. En medio de la conmoción, otro pirata accionó accidentalmente un pequeño cañón, lanzando una inofensiva bocanada de humo al aire.