Los piratas zarpan hacia el caos, ¡pero el capitán Richard tiene otros planes!

Abir llevó a cabo su búsqueda con una eficiencia implacable, inspeccionando sistemáticamente cada rincón del yate en busca de tesoros ocultos. La confianza de Abir en su plan era evidente, pero también lo era su profunda desconfianza en su propia tripulación. Mientras merodeaba por los lujosos pasillos y camarotes del yate, su determinación era palpable.

Estaba decidido a encontrar hasta la última pieza del valioso botín, y sus ojos brillaban de codicia. Su desorganización estaba enmascarada por un impulso feroz y una eficiencia brutal, lo que le convertía en un adversario formidable. Era evidente que el Aura Luxe estaba ahora bajo el control de un peligroso cerebro criminal.