Por un breve momento, pareció que el yate lograba distanciarse de los barcos. La esperanza parpadeó mientras maniobraban hábilmente, intentando burlar a los piratas. Pero esa efímera esperanza se desvaneció bruscamente cuando apareció otro barco en el horizonte.
La nueva embarcación se dirigió hacia ellos a una velocidad aterradora, surcando las olas y produciendo un profundo y palpitante ruido de motor que aumentaba por momentos. Se dirigió directamente hacia el yate y, con un estruendo estremecedor, chocó contra su costado, haciéndolo temblar violentamente de proa a popa.