El capitán Adam había permanecido en la sala de control, siguiendo sus movimientos, y se sintió aliviado cuando se separaron. Esta división simplificaría su contraataque. Primero podría ocuparse de la pareja y luego centrarse en el trío.
Adam llamó por radio a sus dos oficiales al mando y les ordenó que encerraran a la tripulación en la cafetería y se reunieran con él en el puente. Los oficiales al mando no tardaron en llegar, dispuestos a ejecutar el plan.