Justo cuando estaba a punto de abrir el archivo, una repentina interrupción rompió la tensión. Pero esta vez, la interrupción fue algo que ninguno de los dos podía esperar.
La puerta se abrió bruscamente, y allí estaba Michael, con los ojos bailando con una mezcla de sorpresa y diversión. «¿Interrumpo algo? ¿Intentas robarme a mi novia, Oliver?», se rió entre dientes, obviamente confundiendo la pesada atmósfera con algo totalmente distinto.