La historia iba acompañada de un texto descerebrado que decía: «No podía parar de reírme del camionero que iba detrás de mí, que tocaba el claxon como un loco cuando me hice este selfie. Es un país libre, ¿no? ¡Qué idiota! ¡Conoce tu lugar en la sociedad, perdedor! Jajaja».
La ira de Patrick hervía mientras miraba fijamente el poste. Por un momento, había pensado en tomárselo con calma con las chicas. Pero cuando vio el mensaje, recordó exactamente por qué las odiaba tanto. Estaba decidido a darles una lección.