Unas chicas le roban la plaza de aparcamiento que esperaba – Su venganza es perfecta

Las palabras golpearon a Patrick como un puñetazo en las tripas. Abrió la boca para responder, pero la morena volvió a interrumpir, con tono burlón. «Sí, ¿y ese traje? Cariño, este no es tu sitio. Este sitio es para gente que se lo puede permitir»

Las dos se rieron y sus crueles comentarios resonaron en sus oídos. Patrick sintió que le invadía una oleada de humillación, con la cara ardiendo de vergüenza. Se quedó sin habla mientras ellas se alejaban hacia el restaurante.