Una camarera atiende a un anciano gruñón durante 7 años y recibe un regalo cuando fallece

El servicio al cliente era una de las prioridades de Salazar. Todos los clientes merecían ser tratados con respeto, por muy difíciles que fueran. Los compañeros de Salazar dicen que siempre estaba sonriendo y haciendo feliz a la gente. Estas cualidades la distinguían, pero también la exponían al reto más duro al que se había enfrentado hasta entonces…

Había un cliente en concreto que era tan difícil que los demás camareros no querían atenderle a menos que no hubiera más remedio. Incluso Salazar admitió que no era fácil tratar con él. Era uno de los clientes más difíciles con los que se había topado. Pero aun así, tenía sus razones para seguir sirviéndole.