Una camarera atiende a un anciano gruñón durante 7 años y recibe un regalo cuando fallece

La propia Salazar no entendía del todo por qué la muerte de Buck la afectaba tanto. Hizo lo único que se le ocurrió y rezó por él. Esperaba que esto le ayudara en su camino hacia la paz eterna.

Algunos miembros del personal incluso se alegraron de saber que no tendrían que volver a ver su cara malhumorada ni oír sus diatribas llenas de palabrotas. Estaban agradecidos de poder disfrutar de un poco de paz y tranquilidad después de siete años. El resto de Texas siguió adelante, pero las cosas eran diferentes para Salazar.