Una camarera atiende a un anciano gruñón durante 7 años y recibe un regalo cuando fallece

Lo que no sabía, sin embargo, era que aquello no era ni mucho menos el final de la historia..

La camarera nunca había pensado que se emocionaría. El repentino dolor y la pérdida la cogieron por sorpresa. A sus compañeros no les importó, pero Salazar estaba destrozada. Uno de sus clientes favoritos no volvería jamás.