Una camarera atiende a un anciano gruñón durante 7 años y recibe un regalo cuando fallece

Sintiendo un impulso repentino que no podía explicar, decidió comprar un periódico. Al hojearlo, sus ojos se dirigieron misteriosamente a la sección de obituarios, una parte que rara vez miraba.

Entonces se dio cuenta de por qué no había aparecido. No era porque estuviera enfadado o hubiera cambiado de opinión sobre algo; era porque había fallecido. Salazar no podía creer lo que estaba leyendo.