En casa reinaba el silencio. Sindy no podía dejar de mirar su examen. Tenía tantas preguntas. La cena transcurrió en silencio. Elaine se dio cuenta de que Sindy estaba callada, pero pensó que era la típica adolescente.
Esa noche, Sindy no pudo dormir. No dejaba de pensar en lo que su profesor había escrito en el examen. Sentía que estaba a punto de descubrir algo importante, algo que podría explicar por qué las cosas eran tan raras en su familia.