Un día, el Sr. Anderson mencionó que se había dado cuenta del gran interés de Sindy por la historia. A Sindy le pareció especial que se fijara en él, no sólo por las palabras. Era como si viera más allá de la estudiante que había en ella, como si tuviera un vínculo especial con el pasado que ni siquiera ella conocía.
Con el paso de las semanas, su conexión silenciosa se hizo más profunda. Había momentos y miradas que sugerían un secreto compartido. Daba la sensación de que el Sr. Anderson reconocía algo en Sindy que ni siquiera ella había descubierto aún de sí misma. Cada lección de historia parecía acercarles más a una verdad tácita.