una anciana de 70 años pide un corte de pelo a la moda y se ríen de ella, ¡pero luego se arrepienten!

Allí, entre la multitud, había una anciana cuyo rostro recordaba demasiado bien. Un escalofrío recorrió su espina dorsal cuando el recuerdo de aquel terrible día en el salón volvió a su mente. Había sido un día especialmente agotador.

Aquel fatídico día, Emma tenía la agenda repleta y estaba desesperada por terminar su turno e irse a casa. Tenía clientes consecutivos y lo único que quería era volver a casa y meterse en la cama. Pero sus fantasías se vieron truncadas cuando sonó el timbre.