Una pareja de ancianos deja vivir en su garaje a una familia sin techo. ¡Sus corazones se hundieron al día siguiente!

Mientras Robert permanecía sentado en el salón en penumbra, mirando fijamente la nota. No podía evitar la sensación de que se le había pasado algo por alto, un detalle clave que podría desentrañar la verdad. «Averiguaré lo que ocurrió de verdad», juró en silencio, y su determinación se endureció.

Cuando los días se convirtieron en semanas sin noticias de Natalie, Robert y Julia decidieron olvidar el incidente y centrarse en su vida. «Lo hecho, hecho está», se dijeron, tratando de aliviar el dolor de la traición.