Un enfermero decidió instalar una cámara oculta en el depósito de cadáveres. Lo Que Vio Le Dejó Sin Palabras

Su mente luchaba con el dilema: ¿podrían ser realmente fantasmas? Su parte racional lo rechazaba, pero nada de lo ocurrido anoche le había parecido natural. No podía deshacerse de la sensación de que estaba al borde de algo aterrador. Sin embargo, una cosa era segura: no iba a dejar que aquello le atormentara, no tan pronto en su carrera.

Aquella mañana, Nathan decidió que no se quedaría de brazos cruzados. Se detuvo en una ferretería antes de ir a trabajar y compró sensores de movimiento, cámaras y algunos micrófonos para poner en marcha su propia investigación. Estaba decidido a llegar al fondo de lo que estaba ocurriendo en aquel depósito de cadáveres.